domingo, 11 de marzo de 2012

Ejercicios interactivos por niveles niveles


En este espacio podéis practicar el español a través de los diferentes niveles.


Test de vocabulario

Puedes comprobar tu vocabulario pinchando aquí.

Nivel (A1)

Casa, ropa, alimentos

A través de este lim aprenderás el vocabulario referente a la casa.
Y a través de este otro, el de la ropa.
Este te servirá para los alimentos.
Por último, los oficios y profesiones.

Audio de lenguas

Esta página de Glosarios Goethe te lleva a todos los países del mundo. Pinchando en cada uno de ellos puedes puedes estudiar un idioma fácilmente, porque al lado de cada palabra te aparece la traducción en tu propia lengua.

AVETECA

Aveteca es el archivo de las Actividades del Aula Virtual de Español, clasificadas de acuerdo con los niveles de referencia A1-A2 y B1-B2 que recoge el Plan curricular del Instituto Cervantes.

sábado, 10 de marzo de 2012

viernes, 9 de marzo de 2012

Antonio Machado




Antonio Machado: Datos Biográficos:
             En Sevilla nace en 1875 Antonio Machado y Ruiz, hijo de familia de intelectuales liberales y progresistas por la rama paterna. En 1883 se traslada la familia a Madrid y Antonio, como sus otros hermanos, estudia en la Institución Libre de Enseñanza. Continúa el Bachillerato en los Institutos de San Isidro y Cisneros (aunque no lo terminaría hasta los 25 años). Al morir su padre en 1893 y su abuelo en 1895 sobrevienen dificultades económicas y Antonio empieza un trabajo como actor teatral. En 1899 se traslada - con su hermano Manuel - a París donde trabaja como traductor y entra en contacto con la vida literaria parisiense. Posteriormente, en una segunda estancia en París (1902) conoce a Rubén Darío, con quien le unen mutuos lazos de admiración.
             La publicación de Soledades (1903) lo revela como poeta extraordinario. En 1907 obtiene la cátedra de francés en el Instituto de Soria. Allí pasa una etapa fundamental de su vida. En 1909 se casa con Leonor Izquierdo, una muchacha de 16 años, aunque tres años después, en 1912, ésta fallece en Soria. Antonio, desesperado, abandona la ciudad castellana y se traslada a Baeza. No obstante su corazón queda en Soria. En 1919 se traslada a Segovia donde desarrolla una intensa actividad de cultura popular. Es elegido miembro de la Real Academia Española en 1927. Conoce por entonces a Pilar Valderrama, la Guiomar de sus últimos poemas amorosos. Y en 1931 obtiene una cátedra en el Instituto Calderón, de Madrid (más tarde pasará al Instituto Cervantes).
             En Madrid le sorprende la guerra. Firme partidario de la República, tiene que trasladarse a Valencia; en un pueblecito vecino, Rocafort, vive y escribe en defensa de su España, hasta 1938, en que va a Barcelona, para refugiarse al año siguiente en Francia con su madre. Ambos, muy enfermos, son acogidos en un hotelito de Collioure, donde el 22 de febrero de 1939 muere el poeta. Tres días después fallece su madre.

Versificación, estilo y evolución
             Empleó con mucha frecuencia la rima asonante, las formas de la lírica popular - romances, coplas y cantares - y de la culta, el soneto, la silva,...
             Su poesía es el resultado de la conjunción de una extremada sobriedad y sencillez formal con la emoción sincera y humana. "Desdeñoso de complacencias fáciles y de vanidades de los sentidos" (según Pedro Salinas), elimina toda retórica excesiva, metáforas brillantes, vocabulario rebuscado, elementos decorativos y virtuosismos técnicos, quedando reducido al más puro y auténtico lirismo.
El mundo poético de Machado fue siempre coherente y unitario según lo arriba indicado, pero se puede observar una evolución que, manteniendo esa línea fundamental, comienza con una poesía modernista, dentro de un tono intimista muy sobrio y personal, para abrirse después a las preocupaciones propias del 98: España, los demás, el nuevo sentimiento ante el paisaje,... Su trayectoria termina en una poesía de contenido ideológico - filosófico, de carácter sentencioso y epigramático (composiciones breves, concisas y agudas, que expresan un pensamiento festivo, irónico o satírico).

SOLEDADES

             El libro Soledades aparece en pleno apogeo del movimiento modernista, lo que es bien visible en la mayoría de los cuarenta y dos poemas que lo componen. Predomina en ellos el tono melancólico y doliente, la anécdota argumental es prácticamente inexistente y los temas son los característicos del intimismo posromántico: el amor, el paso del tiempo, la soledad, la infancia perdida, los sueños,... Pretende Machado captar en sus versos lo que él denomina universales del sentimiento:
Pensaba yo que el elemento poético no era la palabra por su valor fónico, ni el color, ni la línea, ni un complejo de sensaciones, sino una honda palpitación del espíritu: lo que pone el alma, si es que algo pone, o lo que dice, si es que algo dice, con voz propia, en respuesta animada al contacto del mundo.
             Es ya muy característico el empleo de símbolos, con los que el poeta desea escudriñar el misterio de lo escondido: el camino, el espejo, el cristal, el laberinto, la fuente, el río, el mar, el jardín, el crepúsculo, la tarde, el otoño ... Sus significados son muy diversos y a veces cambiantes según los textos.
             En la segunda edición de 1907 se acentúa la línea intimista. El recuerdo, la memoria, el sueño, evocan constantemente un pasado perdido. Se incorporan nuevos símbolos como el de las galerías del alma con el que Machado pretende dar cuenta del interior de la conciencia. Es notable una sensación general de angustia tanto por el fluir incontenible del tiempo como por la premonición de la muerte. Dios aparece también en algunos poemas entrevisto en un sentido muy unamuniano: racionalmente inexistente pero vitalmente deseable.
             El sentimiento del paisaje es muy acusado y característico: la realidad exterior queda impregnada del estado emocional del poeta, de modo que la fusión en la poesía de Machado de paisaje y alma hace en ella bueno el famoso principio simbolista de que "el paisaje es un estado de ánimo".
En Soledades, bajo la diversidad de motivos e imágenes, puede advertirse una obsesión permanente: la búsqueda del yo, el desazonado interrogatorio sobre la propia identidad. Tema muy romántico, pero que Machado formula más desde la sensibilidad contenida de un Bécquer, que desde la actitud declamatoria del Romanticismo sonoro.
             En realidad, diversas tradiciones poéticas confluyen en Machado (Realismo, Romanticismo, poesía popular, simbolismo, decadentismo).

Estilo
             El estilo de Machado es claro, pero no sencillo. La palabra sobre la que gira el mundo lírico del primer Machado es tarde [...]. De los 96 poemas de que consta el libro, 36 de ellos hacen referencia a tarde y a sus sinónimos -totales o parciales - ocaso, sol que muere, crepúsculo, muere el día [...].

Simbología de Machado

El agua: inexorable fluir del tiempo (agua es la fuente - ilusión y también monotonía del vivir -; el río - fluir de la vida -; el mar o el agua quieta- la muerte, donde desemboca "el río" símbolo de raíz manriqueña ("Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar")
La fuente el agua que brota, símbolo de anhelos, de ilusiones
El camino: la vida en su devenir (transcurso), como peregrinaje y búsqueda
El aire: libertad del hombre
El fuego: la poesía amorosa
La tierra: la realidad solitaria
La tarde: momento propicio para la meditación; decaimiento, apagamiento, melancolía, nostalgia, expresión de la lucha entre la luz y las sombras; premonición de muerte.
La cripta, el laberinto o las galerías: la búsqueda del mundo interno, del alma
El espejo: el lugar donde se proyectan los recuerdos y los sueños
La colmena: la creación poética
El jardín: la intimidad
             Todos estos signos simbólicos se relacionan directa o tangencialmente con el elemento fundamental de los versos de Machado: el tiempo. La poesía, dice, es "palabra esencial en el tiempo"; es, añade, el diálogo de un hombre con su tiempo, con el tiempo de su existencia. El poeta ha de abordar una doble tarea, en cierto modo contradictoria: captar la esencia de las cosas (el misterio del hombre y del mundo) y expresar el tránsito del tiempo (el fluir de la vida): esencialidad y temporalidad son, por tanto, los dos supuestos básicos de la poesía machadiana. El poeta ahondará en los enigmas de la vida e intentará desesperadamente aprisionar en sus versos el incesante fluir del tiempo.

Temática:
             La temática de Soledades gira en torno a unas hondas cuestiones: el tiempo y el fluir de la vida humana, la muerte y el problema de qué hay más allá, el problema de Dios... En suma, las cuestiones centrales de la condición humana, vista como una existencia doliente y azarosa. Con estos temas centrales se engarzan otros: la infancia perdida, los sueños, los paisajes, que enmarcan sus meditaciones y el amor. El tema del amor da a su poesía momentos muy intensos, aunque no muy abundantes. Y parece más bien un amor soñado y no realizado [...], o un amor perdido, mustio, muerto (con inequívocas notas becquerianas).
             Los sentimientos ("universales del sentimiento") que, en consonancia con tales temas, dominan en el libro, serán, ante todo, ese sentimiento de soledad que le da título, y la melancolía, la tristeza, el hastío ante la monotonía o el vacío de vivir, la angustia vital, en fin: Sentimientos "universales", pero que llegan a Machado y a los poetas modernistas como herencia inequívocamente romántica. Temas y sentimientos, pues, compartidos con otros, con una tradición.

CAMPOS DE CASTILLA
             Publicado inicialmente en 1912, Campos de Castilla consta de cincuenta y seis poemas. En ellos se advierten cambios fundamentales con respecto a Soledades: se atenúan considerablemente el subjetivismo y la introspección y, por el contrario, pasa a primer plano la realidad exterior.
             Si en Soledades el paisaje, lindante con el sueño, tiene un carácter simbólico en el que se proyecta el yo íntimo, en Campos de Castilla aunque conserva cierto simbolismo, es ya de inspiración más objetiva y, más que recrear una atmósfera sentimental propicia a la meditación, se describen paisajes reales, que, muchas veces, se pueblan de presencias humanas o aluden a circunstancias históricas.
             El yo del poeta pasa a un segundo plano y se abre a los otros. Es como si Machado pretendiera superar el característico intimismo de Soledades y buscara ahora en los demás las claves de una realidad que no había hallado respuesta satisfactoria en la búsqueda de las galerías de su alma. De hecho, en 1922 y, pese a sus discrepancias con las nuevas orientaciones estéticas de las vanguardias, aplaudirá que la poesía escape "de la mazmorra simbolista", pues "estaba enferma de subjetividad".
             En buena medida, Campos de Castilla supone la vuelta hacia cierta poesía realista como vía de salida del Modernismo simbolista. En Campos de Castilla conviven poemas muy diversos. Así, de acuerdo con el título del libro, abundan los que describen los paisajes y las gentes de Castilla. Se da cuenta del pasado glorioso de estas tierras y su andrajoso presente. Al lado de textos puramente descriptivos, hay otros que pintan una visión negra de lo español.
             Cuando, después de la muerte de Leonor, Machado recuerda las tierras castellanas desde Baeza, su visión de ellas es más lírica y emotiva y el paisaje aparece otra vez teñido de subjetividad. También del período de Baeza son los poemas con cuadros de paisaje y tipos andaluces, en los que Machado - tras haber observado el mundo de latifundios, señoritos y miseria - presenta una dura visión de la España tradicional religiosa y conservadora, desde una ideología abiertamente progresista.
             Un nuevo tipo de poesía hace también su aparición en Campos de Castilla: la poesía sentenciosa de tipo filosófico y moral que integra la serie Proverbios y cantares. En estos poemillas Machado aúna sus preocupaciones filosóficas y existenciales, cada vez más presentes en su vida y en su obra, con las formas estróficas populares, todo ello envuelto frecuentemente en una sutil ironía.

TERCERA ETAPA: NUEVAS CANCIONES

Ya en Baeza, Machado inicia una etapa de búsqueda. Su poesía quiere dejar de hablar de los sentimientos íntimos del poeta. Este esfuerzo se orienta hacia un tipo de composiciones breves, entre la copla tradicional (su padre, Antonio Machado Álvarez, había sido uno de los primeros folkloristas) y el aforismo filosófico, donde difícilmente cabe el testimonio personal.
Sin embargo, los recuerdos de Soria y los símbolos mortuorios rebrotan incesantemente. Un amor tardío, idealizado e imposible se traduce en un conjunto de bellos poemas dirigidos a “Guiomar”, nombre supuesto de la dama inalcanzable, a la que había conocido Machado hacia 1927, trasladado ya al Instituto de Segovia.

POESÍAS DE GUERRA

Cuando estalla la guerra Machado vive y trabaja en Madrid. Se ha destacado como ferviente defensor de la Segunda República desde su proclamación (1931), de tal modo que, a medida que el levantamiento militar va ganando terreno, Machado y su familia se refugian en Valencia (1937), Barcelona (1938) para terminar pasando a Francia en enero del 39. Los poemas de esta época son poco numerosos y no muy significativos y destaca en ellos el compromiso ideológico o la patética crueldad del conflicto.
Machado muere el 22 de febrero en un hotel de Collioure. Su madre agoniza en la misma habitación y morirá tres días después. El último verso que escribió revela, de nuevo, la añoranza de tiempos perdidos y mucho más felices:

Estos días azules y este sol de la infancia




Sigue la huella de Machado, Sueña Soria



¿Te acuerdas? - 'El poeta en el exilio'

Modernismo y G.98



En el siguiente documento están resumidas las principales características de los dos movimientos.


LA PRIMERA GENERACIÓN DEL SIGLO: MODERNISMO Y 98

  1. EL MODERNISMO.-

1.1.  Concepto.-

En términos artísticos, la palabra “modernismo” se aplicó a una serie de tendencias europeas y americanas surgidas en los últimos años del siglo XIX. Estas tendencias presentaban una serie de rasgos comunes:
a. Anticonformismo.
b. Deseo de renovación.
c. Oposición a las tendencias artísticas vigentes (realismo y naturalismo).
Pese a lo dicho, en el terreno literario los críticos no se han puesto de acuerdo sobre el concepto de este movimiento. A grandes rasgos podemos reducir las diferentes interpretaciones que se han dado a sólo tres:
·         Considerar el Modernismo como un movimiento literario bien definido que se desarrolla entre 1855 y 1915 y que se define por el esteticismo y el escapismo.
·         Algunos piensan que el Modernismo no es un movimiento literario, sino una época y una actitud que incluye múltiples y diferentes manifestaciones, unas marcadas por el esteticismo y escapismo, pero otras no.
·         Una postura intermedia define el Modernismo Literario como un movimiento de ruptura con la estética vigente, que se inicia en torno a 1880 y cuyo desarrollo fundamental alcanza hasta la Primera Guerra Mundial.
1.2.  Los Orígenes del Modernismo.-

El movimiento modernista, como es obvio, no surge de la nada, sino que es consecuencia de una serie de factores o raíces:
1.2.1. Raíces históricas y sociales.-
El Modernismo fue un movimiento, como dijimos antes, marcado por el anticonformismo. Esa actitud venía provocada por el desacuerdo de los escritores con el espíritu materialista y utilitario de la sociedad europea de la segunda mitad del siglo XIX. Esta sociedad había nacido con la Revolución Industrial y había llevado al poder político a la clase burguesa que impondrá una rígida moral y unas pautas de comportamiento férreas.
Los escritores modernistas reaccionarán contra esta sociedad de normas y formalismos, exigiendo una mayor libertad y el derecho a ser diferentes (pelo largo, vida bohemia, amores“amorales”, etc...)
Las actitudes de los escritores ante este panorama social podemos resumirlas en dos:
·         Algunos manifestarán en sus obras su oposición al sistema de una forma explícita, adoptando una actitud de rebeldía política (el poeta cubano José Martí, por ejemplo).
·         Pero la mayoría expresará su disconformidad mediante el aislamiento de esa sociedad con la que no comparten casi nada. Ese aislamiento será de muchos tipos, pero predominarán las posturas que recrean mundos aristocráticos propios ya de otros tiempos (Valle-Inclán en Sonata de Otoño, por ejemplo) o mundos exóticos orientales.
1.2.2. Raíces literarias.-
El Modernismo literario nace en Hispanoamérica en países que han conseguido la independencia en ese siglo o que no la han conseguido aún (caso de Cuba o Puerto Rico). Esta situación histórica explica que entre los autores modernistas nos encontremos en los primeros tiempos con un rechazo de la tradición literaria española y que, por tanto, vuelvan sus ojos a otras literaturas como la francesa.
            1.2.2.1. La influencia francesa.-
De la literatura francesa les interesará, fundamentalmente, dos movimientos artísticos que se desarrollan en la segunda mitad del siglo XIX: el Simbolismo y el Parnasianismo.
·         Parnasianismo.- Los parnasianos buscarán por encima de todas las cosas la perfección formal de la obra literaria. Representa un intento de alejarse de la realidad de su época por medio de la creación de otra realidad artificial en la que sólo importa la belleza. El esteticismo y el deseo de evasión o escapismo serán las notas distintivas del Parnasianismo.
·         Simbolismo.- Los simbolistas también reaccionan contra un arte que se limita a representar la realidad. Ellos se proponen ir más allá de lo que se puede percibir por los sentidos. La misión del artista será la de descubrir esas “otras realidades” que existen tras la realidad aparente y luchar con el lenguaje para intentar sugerirla al lector.
1.2.2.2. La influencia española.-
Aunque en buena parte el Modernismo se olvida de la tradición literaria española, sí encontramos en sus obras referencias a algunos autores o movimientos:
·         Bécquer y los simbolistas españoles.- Bécquer fue el mejor representante en España del movimiento simbolista y como tal lo entenderán los poetas modernistas.
·         El Mester de Clerecía.- De esta escuela literaria medieval le interesará a los modernistas el verso (el alejandrino) que se convertirá en uno de los metros más usados.
 “El Modernismo es un arte sincrético en el que se entrelazan armónicamente tres corrientes: una extranjerizante (Parnasianismo y Simbolismo), otra americana (literaturas y tradiciones autóctonas) y la tercera, hispánica (Bécquer, Clerecía).”

1.3. Temática del Modernismo.-
Los temas de la literatura modernista podemos clasificarlos en dos grandes bloques que responden en buena medida a las influencias básicas de los movimientos parnasiano y simbolista.
1.3.1. La literatura de los sentidos.-
Algunos escritores pondrán sus ojos en la exterioridad sensible, buscando la perfección formal, la belleza. La influencia parnasiana es evidente en estos casos.
1.3.2. La literatura de la intimidad.-
Otros autores y otras obras apuntan hacia la expresión de la intimidad, de los sentimientos del autor. Estos sentimientos pueden ser vitalistas y optimistas:
“Ínclitas razas ubérrimas
sangre de Hispania fecunda”
                                                                              DARÍO, Rubén, “Salutación del optimista”.

o bien, angustiados y melancólicos,
“Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
Y sufrir por la vida y por la sombra y por
Lo que no conocemos y apenas sospechamos,
Y la carne que tienta con sus frescos racimos,
Y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...”
                                               DARÍO, R., “Lo fatal”

En esta línea literaria se puede apreciar la presencia del Simbolismo, y es la que mejor puede explicarnos el Modernismo como manifestación de la Crisis de Fin de Siglo.
Vinculados en mayor o menor medida con uno u otro de los dos bloques de contenidos anteriores, encontramos en la literatura modernista una serie de temas recurrentes:

La crisis espiritual.- Sensaciones de soledad, de melancolía, de tristeza, de desarraigo de una sociedad que no puede ni quiere comprender al artista. Esta crisis provocará la exaltación de todo aquello que vaya contra lo racional y real, y así, entrarán en sus obras lo pasional, lo fantástico, el misterio, los sueños...La expresión de estos sentimientos angustiados la realizarán por medio de símbolos como ‘la tarde’, ‘el otoño’, ‘los parques’, etc...

La evasión.- Este tema deriva del anterior: el escritor se encuentra inmerso en una realidad que le disgusta y tiene que manifestar su disconformidad de alguna manera. Algunos autores intentarán transformar la realidad mediante la crítica y la acción política,
“Yo soy un hombre sincero
de donde crece la palma,
y antes de morirme quiero
echar mis versos del alma”
                                                                                  José Martí, Versos sencillos.

pero la mayoría preferirá olvidarse de esa realidad, escaparse de ella,
“La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
Que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
Está mudo el teclado de su clave sonoro;
Y en el vaso olvidada se desmaya una flor.”
                                                           DARÍO, R., “Sonatina”.
En la literatura modernista nos encontraremos tres maneras diferentes de evasión de la realidad:
·         El mundo de los sueños.
·         La evasión temporal hacia mundos pasados supuestamente más bellos y más libres.
·         La evasión espacial hacia mundos exóticos (orientales, sobre todo) en los que encontrar aquello de lo que carece la civilización occidental.

Cosmopolitismo.- Es consecuencia de la necesidad de evasión. Muchos autores intentaron buscar la diferencia en los comportamientos aristocráticos alejados de la mediocridad burguesa dominante. Ese cosmopolitismo desembocó en una devoción por la gran ciudad y por la vida bohemia.

El sentimiento amoroso.- El amor en la literatura modernista oscilará entre dos polos opuestos:
  • La idealización del amor y de la mujer entendido como amor imposible e inalcanzable. El amor irá asociado a sentimientos como la tristeza, soledad, melancolía, ...
  • Concepción vitalista del amor marcada por la búsqueda del sexo y del placer. Esta actitud hay que relacionarla con el deseo de los modernistas de rebelarse contra toda norma y moral.

La búsqueda de las raíces.- Los modernistas hispanoamericanos se ocuparán con sus obras de recuperar el pasado precolombino y sus mitos con el fin de autoafirmarse frente a la tradición española. En un segundo momento, sin embargo, los autores hispanoamericanos volverán a ocuparse de la tradición hispánica como acto de afirmación frente a la presión económica, política, militar y cultural estadounidense.
La búsqueda de las raíces propias del individuo se debe entender también como consecuencia de la crisis espiritual que está en la base del Modernismo: cuando al artista se le rompe su realidad, necesita encontrar unas nuevas bases sobre las que construir una nueva realidad más satisfactoria.

1.4. El estilo modernista.-
Si tuviéramos que intentar definir el estilo modernista podríamos decir que “El Modernismo era el encuentro de nuevo con la belleza, sepultada durante el siglo XIX por un tono general de poesía burguesa.” (Juan Ramón Jiménez).

En las palabras de Juan Ramón Jiménez podemos encontrar la base de la intención estética modernista: diferenciarse de la mediocridad burguesa (también en literatura) dominante y hacerlo mediante el cultivo de la Belleza, ya que la literatura realista (la propia de la sociedad burguesa) había preferido cultivar otros valores (la autenticidad, la crítica, la denuncia, ...). A esta actitud de búsqueda de la Belleza es a lo que llamamos esteticismo.
Algunas de las características que definen el esteticismo modernista pueden ser:
  • Intento de reflejar mediante la palabra múltiples valores sensoriales (auditivos, visuales, olfativos, etc...)
  • Abundan los recursos fónicos que son útiles para conseguir la musicalidad del verso
  • Enriquecimiento léxico por la introducción de cultismos y neologismos.
  • Adjetivación abundante y, en muchos casos, ornamental.
  • Utilización de sinestesias (“furia escarlata”, “rojos destinos”, etc...).
  • Metáforas e imágenes originales y deslumbrantes:
“Nada más triste que un titán que llora,
hombre-montaña encadenado a un lirio.”
                                                                              Rubén Darío.
  • En lo referente a la métrica, los modernistas preferirán los versos largos (dodecasílabos, alejandrinos) y se caracterizarán por la alteración libre de los versos y estrofas tradicionales.

1.5. Fases del Modernismo.-
Se pueden determinar dos fases en el movimiento modernista:
A) El Modernismo Canónico.-
  • Esteticismo.
  • Escapismo.
  • Literatura de los sentidos.
  • Influencia parnasiana.
B) Postmodernismo.-
  • Menor esteticismo.
  • Relativo compromiso (social y existencial)
  • Literatura de la intimidad.
  • Influencia del Simbolismo.
La línea que separaría las dos fases señaladas podríamos colocarla en el año 1905 con motivo de la aparición del libro Cantos de vida y esperanza de Rubén Darío.
Por lo que se refiere a los escritores españoles, la mayoría de ellos (al menos los que han conseguido vencer al tiempo) se situarían en la segunda fase (Antonio y Manuel Machado, Juan Ramón Jiménez, Valle-Inclán,...)

2. EL GRUPO DEL 98.-
2.1. Concepto.-
Tradicionalmente se ha dividido a los escritores de finales y principios de siglo en dos grupos diferenciados: el Modernismo y la Generación del 98. Sin embargo, á pesar de las diferencias entre modernistas y hombres del 98, la separación no es tan clara. En primer lugar, algunos integrantes de la Generación del 98 - como A. Machado y R. Del Valle-Inclán - se podrían incluir, por algunas de sus obras, dentro del Modernismo, y en segundo lugar, porque unos y otros vivieron un ambiente y atmósfera que les unía. Eran "gente nueva" con una nueva estética que rompía con la del siglo XIX; todos abogaban por una profunda renovación lingüística que traería nuevas posibilidades expresivas, y adoptaron también una postura crítica ante las normas sociales y la situación política.
Generación del 98, también llamada generación del desastre en alusión a la pérdida de Cuba por España. Habrá que esperar hasta 1934, con la conferencia de Pedro Salinas sobre "El concepto de generación literaria aplicado a la del 98", para que se fije definitivamente esta manera de identificar a una generación que representó un fenómeno importante por cuestionarse la tarea intelectual frente a España y la política española, y plantearse el dilema de una literatura acorde con esas inquietudes. Muchos de sus representantes estaban ligados a la Institución Libre de Enseñanza, que dirigía Francisco Giner de los Ríos.
2.2. Evolución Ideológica del Grupo del 98.-

            2.2.1. Primera etapa: Juventud del 98.-
Los primeros años de todos estos autores vienen dominados por un espíritu de protesta y rebeldía. Ideológicamente, están cercanos a las posturas más revolucionarias de la época. Procedentes de las clases medias, fueron la primera generación de intelectuales que, de la vanguardia de la burguesía, intentó pasarse al enemigo.
2.2.2. Segunda etapa: El Grupo de los Tres.-
En el año 1901, “Azorín”, Baroja y Maeztu publicarán un Manifiesto con el que pretenden animar a “la generación de un nuevo estado social en España”. La intención de este texto y de sus autores no es ya revolucionaria (no pretenden cambiarlo todo), sino más moderada: pretenden reformar el país y entienden que desde la acción política no es posible.
2.2.3. Tercera etapa: Madurez del 98.-
Hacia el año 1910 los autores del 98 han abandonado sus intentos de cambiar España, centrándose en sus problemáticas individuales vistos con un enorme subjetivismo.
Este período es el que tradicionalmente se ha considerado más característico de la Generación del 98 y viene definido por tres rasgos principales:
·         Su pensamiento enlaza con el de los irracionalismos de la segunda mitad del siglo XIX (Schopenhauer, Nietzsche y Kierkegaard)
·         Los temas más corrientes en sus obras girarán en torno a las preocupaciones religiosas y existenciales.
·         Seguirán interesándose por España, sus problemas y su esencia, pero desde posturas muy subjetivas.

2.3. Estética del 98.-
Técnicamente, la literatura de los autores del 98 podemos caracterizarla por los siguientes rasgos:
  • Subjetivismo.
  • Predominio del contenido sobre la expresión.
  • Renovación lingüística: Lenguaje sencillo y directo. Ampliación del vocabulario mediante la inclusión de términos propios del habla popular y dialectal o mediante la recuperación de los significados etimológicos de las palabras.

2.4. Temas del 98.-
La literatura del 98 se preocupó, fundamentalmente, por cuatro temas:
El tema existencial.- La vida humana y su sentido, la soledad, la tristeza y la melancolía, el amor y la ausencia del amor, etc.
El tema religioso.- Muy vinculado con el anterior, ya que Dios puede ser lo que dé sentido a la vida humana. La existencia o la no existencia de Dios, el problema del alma y la inmortalidad, la fe, la razón y el corazón, son preocupaciones que aparecerán en sus textos.
El tema social.- Todos estos autores intentaron en uno u otro momento de sus vidas, transformar la vida española: analizaron las causas de la decadencia del país, así como los problemas concretos que existían en los primeros años del siglo.
La literatura también apareció como tema en sus obras. Intentaron definirla y adaptar los distintos géneros literarios a sus fines.

2.5. La novela del 98.-
En los primeros años del siglo XX la novela que se escribe mayoritariamente en España es continuación del Realismo y Naturalismo del siglo XIX. Frente a este tipo de novela, los escritores jóvenes de la época intentarán hacer algo diferente, radicalmente distinto.
Hubo dos reacciones:
  • La reacción del Modernismo Canónico.- Pretendía hacer una novela donde predominasen los valores técnicos y formales; es decir, una novela en la que el esteticismo era la prioridad. En esa línea va Rubén Darío con sus Relatos, Valle-Inclán con el libro Femeninas (1895) o Pío Baroja con Vidas sombrías (1900).
  • La reacción postmodernista o del 98.- En el año 1902 aparecieron cuatro novelas que marcarán la pauta de las obras posteriores de los autores del 98. Estos relatos rompen definitivamente con la novela de estilo realista. Los rasgos que las caracterizan son:
-          Subjetivismo total.
-          Renovación de las técnicas narrativas: Eliminan el narrador omnisciente. Perspectivismo. Primacía del diálogo sobre la narración. Alteración del tiempo lineal de la narración. Tres procedimientos principales: (Simultaneidad. Elipsis. Saltos temporales). Disminución de la importancia del argumento (y de la acción). Aparición del personaje colectivo.
Estas renovaciones de la novela realista no son exclusivas de la literatura española, sino que coincide con una tendencia de la literatura occidental de esta época: James Joyce, Thomas Mann,
Marcel Proust y Virginia Wolf, entre otros muchos.



Estos vídeos os servirán para fijar los conocimientos



Fin de siglo


Generación del 98

domingo, 4 de marzo de 2012

REPASO DE SINTAXIS

Para realizar los ejercicios de repaso podéis utilizar los siguientes enlaces:

Este documento, es de la editorial SM, interactivo.

Este otro os ayudará en la clasificación de las oraciones.

Aquí encontraréis una explicación muy clara para aprender  a detectat el sujeto de la oración.

También aquí podéis practicar el análisis de cualquier tipo de oración.


En este power point tenéis un esquema muy claro. Sólo una advertencia, llama SUPLEMENTO a lo que vosotros conocéis con el nombre de C. de RËGIMEN.